Los niños son el sector más importante de promoción, que hoy en día, tiene el golf. Ellos garantizan el futuro de nuestro deporte a largo plazo y el camino para conseguirlo es la formación. Desde la Federación nos preguntamos: ¿cuántos de los hijos de nuestros federados serán jugadores de golf? y ¿futuros federados? o ¿cuántos federados de 21 años (32,10€) lo seguirán siendo a los 22 (75,10€)?. La respuesta es: solo los que juegan de forma habitual, o sea, una minoría preocupante, en realidad, demasiado preocupante.
Desde la Federación entendemos que tenemos que ser capaces de construir “el ecosistema” necesario para conseguir que nuestros niños se conviertan en jugadores del futuro. ¡Ojo!, ser jugador no es ser profesional. Es, sencillamente, saber jugar al golf. Habiendo sido formado en los valores que este deporte tiene, construyendo amistades duraderas y disfrutando de él cada vez que sale al campo.
Por tanto, el camino para conseguirlo es a través de las Escuelas. Necesitamos impulsarlas de forma que se conviertan en vivero y auténtico motor de sus clubes. Hay que ayudarles a que cada vez sean más profesionales en su gestión. Hay que ayudarles a construir programas de pre-iniciación desde una edad temprana. Hay que ayudarles con herramientas de contenido para fortalecer los grupos de iniciación hacia arriba, y hay que promover ayudas a la competición.
Hay 881 federados de benjamín a junior, que diferenciamos en dos bloques por riesgo de continuidad:
Todas estas acciones harán que nuestro volumen de niños aumente y consigamos hacer circular el flujo de nuevos federados. Merece la pena el esfuerzo y para todo ello se crean dos tipos de ayudas:
Ángel Asín (Federación Aragonesa de Golf)